Brasilia, Brasil, 05 Junio, 2018 - El Gobierno federal de Brasil aprovechó el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, para oficializar la creación de tres nuevas áreas protegidas brasileñas: la Reserva Extractiva Bajo Río Branco-Jauaperi, entre los estados de Roraima y Amazonas, y el Refugio de Vida Silvestre y Área de Protección Ambiental del Guacamayo de Spix, en el norte de Bahía. Los decretos de creación fueron firmados en este 5 de junio por el presidente de la República.
Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF-Brasil, celebró la creación de las nuevas áreas protegidas, recordando el desafío de implementación y consolidación de las áreas. "La firma de los decretos es el paso inicial importante, a partir de ahora las áreas necesitan ser efectivamente implementadas. WWF-Brasil continuará dando apoyo al esfuerzo para la consolidación de las áreas protegidas, su uso sostenible y la protección de la biodiversidad" dijo.
Con 581 000 hectáreas, dicha reserva extractiva se encuentra en los municipios de Rorainópolis (Roraima) y Novo Airão (Amazonas), en la confluencia de los ríos Branco y Jauaperi. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente, el principal motivo para la creación de la reserva es proteger los stocks pesqueros, esenciales para las comunidades tradicionales amazónicas que habitan en aquella zona de la selva, pero que se enfrentan a la amenaza de la sobrepesca y la pesca comercial.
La reserva extractiva también ayudará a garantizar la conservación y el uso sostenible por parte de las comunidades de los recursos forestales, entre ellos huasaí, aguaje, pupuña, castaña de Brasil, y milpesillo. La reserva está al lado del Territorio Indígena Waimiri-Atroari.
La creación de la reserva extractiva Río Branco-Jauaperi es una reivindicación antigua. La movilización se inició en 2001 a iniciativa de las poblaciones de comunidades como Santa Maria Velha, Vila da Cota, Remanso y Xixuaú. En los años siguientes, se realizaron diversos procedimientos y trabajos técnicos para apoyar la creación del área protegida de uso sostenible. El proceso llegó al Gobierno federal en 2006, pero solo ahora se ha creado el área protegida.
WWF Brasil, junto con otras instituciones ambientales, contribuyó a la recogida de información, realizando expediciones científicas y viajes de prensa. En aquella época también se llevaron a cabo audiencias públicas en la Cámara de los Diputados y en el Ministerio Público Federal y se enviaron una serie de cartas, oficios y peticiones de aclaraciones a los órganos federales en Brasilia.
El área de la reserva extractiva alberga una gran diversidad de plantas, peces y animales. Huasaí, andiroba, aguaje, castaña de Brasil y jobo son comunes, así como el la guaba y la balata. Los estudios indican la presencia de al menos 42 especies de mamíferos en esa región, diez de las cuales figuran en la lista oficial de mamíferos amenazados de extinción en Brasil. Los animales típicos de esos alrededores son el puma, el ocelote, el oso hormiguero, el manatí y quelonios como la taricaya, el chimpire y la tortuga de la Amazonia. Los peces más comunes son el jaraqui, el pacu, la vieja del agua, el tucunaré, el blanquillo y la piraña.
La creación de un refugio de vida silvestre, con cerca de 29 000 hectáreas, y un área de protección ambiental, con unas 90 000 hectáreas, entre los municipios de Juazeiro y Curaçá, tiene el objetivo de proteger el área para un audaz proyecto de reintroducción en la naturaleza del guacamayo de Spix (denominada en portugués Ararinha Azul, o Cyanopsitta spixii), un ave exclusiva de esa región, que forma parte del bioma denominado Caatinga.
El último ejemplar vivo de la especie, un macho, desapareció de allí en el año 2000, y actualmente quedan solo 128 individuos, todos en cautiverio, la mayoría en centros de cría de Qatar y Alemania. La idea es reintroducir al guacamayo de Spix a su hábitat natural gracias a un esfuerzo técnico y científico internacional.
La creación de las dos áreas protegidas en la región es el primer paso del plan, que prevé también la construcción de un Centro de Reintroducción y Reproducción del Guacamayo de Spix en Curaçá, donde vivía el último ejemplar remanente.
El centro se prevé que costará 1,5 millones de dólares y será construido con apoyo de instituciones asociadas, como Al Wabra Wildlife Preservation (AWWP), de Qatar; la Association for the Conservation of Threatened Parrots (ACTP), de Alemania; la Parrots International, de los Estados Unidos; el Jurong Bird Park, de Singapur; la Fazenda Cachoeira y el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) de Brasil.
También forma parte de la estrategia trabajar con las comunidades que viven en la región y promover actividades agropastoriles de forma sostenible, beneficiando a las especies nativas que sustentan la permanencia del guacamayo de Spix en aquel ambiente.
El guacamayo de Spix mantenía estrecha asociación con los bosques de galería dominadas por caraibeiras (Tabebuia aurea), pues usaba ese árbol para abrigo, nidificación y alimentación, en la cuenca del río Curaçá, afluente del São Francisco.
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